Desahogos

Hay veces, que cuando estas solo o no sabes que hacer estás pensando en hacer algo.
Entonces coges un cuaderno, te sientas en la mesa de un bar; tomas tu aperitivo y una coca-cola y te pones a plasmar varias palabras juntas, hasta que te sale un buen escrito.
Vas escribiendo párrafos hasta que ves que cobra sentido y te gusta lo que pones.
Estás sentada en el bar viendo como entra gente y  va sentando a tomar algo en una tarde de domingo.
Una tarde que la gente se suele quedar en casa descansando porque es un día que al día siguiente hay que trabajar.
Te paras a ver tu Instagram y ver que la gente pone que le gusta lo que publicas; pero ninguno se mete en tu blog a ver lo que realmente piensas y eso es lo que plasmas en un papel.
Plasmas entradas en un blog que no sabes si los van a leer o no; pero tú lo escribes porque es lo que te gusta.
Piensas que necesitas una inspiración y miras para todos lados para poder encontrar algo que te motive y no te sale.
Mientras lo piensas, esperas mirando a la puerta a que aparezca el amigo con el que quedaste para tomar un café o algo y todavía no aparece.
Ahora mando un audio y a esperar, que no creo que vaya a tardar tanto ya.
Cuando llega, os ponéis a hablar de vuestras cosas hasta que pasa la hora y os vais a casa.