miércoles, 5 de septiembre de 2018

escribir historias


Escribir historias o cualquier otra cosa nunca es fácil, es una tarea de pensar y sobre todo saber de que quieres hablar, cómo lo vas a contar y lo más difícil todavía es que encima tiene que gustar y llamar la atención.

Yo llevaba mucho tiempo sin escribir una historia, sobre todo porque mi vida amorosa estaba patas abajo, vamos de mear y no echar gota; pero eso no es mi culpa son rachas.

También es verdad que inventarte una historia, con personajes ficticios y encima que salga bien, para eso muchas veces hay que tener mucha práctica; yo he intentado escribir historias que no sean autobiográficas y creerme es lo más complejo que hay.

Por eso hace años decidí hablar de mí de la manera que me gustaría haber sido y por causas de la vida no ha podido ser, pero bueno también estoy orgullosa de cómo soy y de lo que tengo.

Tengo un buen trabajo, escribo lo que me apetece sin tener fechas de entrega sólo por placer de ponerme delante de un bolígrafo y un papel y escribir.

Me acuerdo cuando me dedicaba a presentarme a certámenes literarios de disminuidos, aunque en el fondo estaba encantada lo pasaba fatal, porque tenía fecha de entrega de historias que encima sólo tenían que tener 9 páginas y claro, poneros en la tesitura de que tenías que entregar una historia de 9 folios cuando a ti te salían más y encima tenías que acortarla; historias cortas madre mía que complicado que era.

Ahora me basó en mi vida personal, pero tergiversándola un poco, tampoco al pie de la letra porque sino no mola, algo tengo que inventar aunque sea mitad autobiográfica y mitad no.

Lo mejor es que me lo paso muy bien y eso es lo bueno, lo importante en esta vida es pasarlo bien, hagas lo que hagas.



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