Ya empieza a llegar el frío, entonces hay que cambiar la ropa de verano a la de invierno, ya empezamos con los jerseys gordos, las camisetas largas e incluso a utilizar las camisetas interiores de algodón esas que abrigan mucho.
Luego más adelante empezaremos ya con la bufanda y el gorro; porque cuando bajan las temperaturas en Zaragoza lo hacen a lo grande, pasas de 25 grados a 2 grados en menos que canta un gallo.
El otoño es una estación muy confusa al igual que la primavera, nunca sabes lo que te tienes que poner ni el tiempo que va a hacer, por ejemplo este fin de semana ha terminado lloviendo un montón pero luego se para y sale el sol.
Cuando tienes que cambiar la ropa, empiezas otra vez a poner lavadoras para guardarla limpia hasta dentro de unos meses; que tienes que volver a hacer el mismo ejercicio sólo que al revés.
Nos pasamos la vida cambiando la ropa de invierno a verano y viceversa; menos mal que cuando es el entretiempo como primavera y otoño no hay ropa de esa porque sino nos volverían locos.
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