miércoles, 11 de enero de 2017

La historia de Gustavo en París


Como siempre, en la historia de Gustavo, siempre tiene que pasar algo, pues esta vez pasa una cosa pero con Rafael.
De repente, Rafael y  Raquel se separan y una vez que eso ocurre Rafael llama a Charlie para contárselo y decirle que se va a París a olvidarlo todo.
                Entonces Gustavo que oye toda la conversación, decide ir a buscar a Rafael a París.
                Al llegar a París, va Gustavo y se viste de mujer, roba un descapotable azul que pertenece a Rafael y va en su busca.
                Encuentra a Rafael que sale de un hotel y va derecho a él dándole a entender que quiere ligar con él.
Gustavo: ¡hola! ¿Qué tal estás, guapo?
Rafael: Dios santo, que mujer tan buena se dirige a mí…vale Rafael tranquilo, no te alteres todavía…Dios mío pero si está cañón…esta noche triunfo.
                Entonces va directo a ligar con ella, y se la lleva al apartamento donde vive él.
                Al llegar, antes de eso, ella se presenta y le dice que se llama Franchesca Gustavo, le hace sentarse en el sofá, mientras él se cambia y cuando termina le prepara una cena romántica con velas.
                Entonces cenan, hasta que después de cenar, Gustavo se le insinúa dándole a entender que quiere acostarse con él, esté que la pilla al vuelo va al baño y se desnuda, pero cuando se va a poner el preservativo, va y llega al salón entonces Gustavo le dice.
Gustavo: Rafael, ven corre, no hagas esfuerzos, porque soy yo Gustavo.
Rafael: ¡Gustavo! ¡Qué susto me has dado! Pero yo pensé…
Gustavo: Lo sé, he venido a buscarte, porque estás cometiendo un error, salir corriendo no es buena solución.
Rafael: Lo sé, pero es la única que se me ha ocurrido.
Gustavo: Por eso vengo acompañado de Luna, pero no te preocupes que hoy no vas a ir a España.
                Así fue, como Gustavo y Luna se quedaron 2 semanas con Rafael en París, pero Gustavo iba de mujer para evitar que se liará con una francesa.
                Como es normal, Gustavo fue con sus disfraces a París y Luna lo acompañaba con trajes parecidos.
                A la mañana siguiente, Gustavo se levantó y fue derecho al baño a arreglarse, cuando terminó, antes de salir puso en el espejo: ¡Hola bombón! Esta noche toca sexualidad con striptease, dónde lo quieres en el salón o en la habitación.
                Cuando Rafael, llega al baño y lee lo del espejo se queda blanco y luego dice.
Rafael: Madre mía, un striptease para mí solo, con esa mujer tan expectante.
                Cuando salió se encontró a Gustavo con una peluca negra, medias de rejilla, una minifalda, camiseta negra ajustada marcando pecho y un látigo en la mano.
Gustavo: ¿Quieres guerra tigre?
Rafael: Yo no soy un tigre.
Gustavo: En la cama tampoco, pues no es lo que me han dicho Arg…
Rafael: Madre mía, esto al final va a ser peor que una pesadilla.
Luna: Rafael, esto promete eh!
Rafael: Luna, no me fastidies que la vamos a tener.
Luna: Yo no quiero tener nada con usted, porque usted es mayor y yo pequeña, por dios que quiere fastidiar su reputación.
Rafael: Madre mía, que paciencia hay que tener.
                Así fue, como al final, para que se callaran los llevo al cine a ver “el amor escrito al revés significa amor”.
                Se pusieron a ver la película y Rafael se puso en medio.
Gustavo: Cariño me pasas la coca – cola
Rafael: Sí mi amor, lo que tú digas cariño.
Luna: Eso es amor y lo demás tontería.
                Al final, cuando terminó la película se fueron al apartamento y ya a dormir hasta el día siguiente.
                A la mañana siguiente, Gustavo se levantó y fue derecho al baño a arreglarse, se vistió, se puso los tacones cubanos, con una peluca pelirroja, un vestido de tirantes rojos, con ropa interior roja, una pamela roja con flores rojas y amarillas.
                Luego antes de salir del baño, puso en el espejo: ¡Hola cariño! ¡Me pones cachonda con tu ropa interior negra ajustada!
                Cuando va Rafael al baño y lee lo del espejo.
Rafael: Dios mío, que habré hecho yo en esta vida para merecerme esto.
                Así fue como cuando se terminaron de arreglar se fueron a dar una vuelta.
                Como ya era invierno, decidieron ir a una chocolatería a tomarse un chocolate con churros y ahí que fueron.
                Se lo pasaron muy bien, luego hicieron muchas fotos, fueron a la torre Eiffel y quisieron subir, pero no hasta arriba ya que Franchesca Gustavo tenía vértigo.
Franchesca: Rafael cariño, yo no subo hasta arriba amor.
Rafael: No te preocupes, ya subo yo por ti mi vida.
                Así fue, como luego se los llevo de compras y ahí fue la rematadera final.
Franchesca: ¡Hola! ¡Buenas tardes!
Tendero: ¡Buenas tardes! ¿Qué desea?
Franchesca: Ve a mi novio allí.
Tendero: Por supuesto, que veo a su mozo.
Franchesca: Pues quiero unos taparrabos para esa preciosidad de chico.
Tendero: Pues los tenemos de todos los colores y formas.
Franchesca: A ver tengo 600€.
Tendero: Me parece estupendo, los que más se llevan son de corazones, cupidos y flores, ya que nos estamos acercando a San Valentín.
                Entonces el tendero, se los saca y cuando Franchesca los ve exclama.
Franchesca: Son monísimos, me llevo 28 de ellos, para todos los días para mi Rafaelito. ¿Qué te parece Luna?
Luna: Son geniales, va a estar cañón con ellos puestos, vamos el mejor sex – simbol de la temporada Invierno 2010.
                Así fue, como se los compraron y luego se fueron de la tienda al apartamento con Rafael.
                A la mañana siguiente, Gustavo le hizo ponerse el taparrabos a Rafael diciéndole que era la moda de ahora y los llevaban los modelos del interviú, que se ligaba mucho, esté se lo creyó y se los ponía todos los días y Gustavo a su vez, cada día le hacía algo diferente.
                A la mañana siguiente, Gustavo cuando se levantó fue a arreglarse al baño, como todos los días y antes de salir, puso en el espejo: ¡hola amor! Hoy toca baño turco, ¿Dónde lo quieres en tu apartamento o en el mío corazón?
                Rafael al ir al baño y leer lo del espejo, se quedó sin palabras, tanto que ya no sabía que decir y decidió seguirles la corriente.
                Por la tarde se los llevo al parque Disneyland, ahí ya fue la rematadera; porque cómo nunca habían estado se lo pasaron en grande, estuvieron con todos los amigos suyos de Disney, fue emocionante.
                Se pasaron la tarde haciendo fotos y riéndose con todos.
                Cuando ya se hizo tarde, volvieron a París al apartamento de Rafael a dormir hasta el día siguiente.
                A la mañana siguiente, se levantaron tarde, ya que estaban cansados de andar y ver cosas en Disneyland.
                Cuando Gustavo se levantó fue al baño a arreglarse como todos los días y ya cuando terminó puso en el espejo: ¡Pichoncito! Ya va quedando menos para terminar la primera semana.
                Cuando Rafael va al baño, y lee lo que pone en el espejo de repente suspira y dice:
Rafael: Menos mal, que ya va quedando menos, esté va a ser peor que mi ex – mujer.
                Cuando sale del baño, se encuentra a Gustavo con un traje de novia, con su velo y su cola de 3 metros que ocupaba casi toda la habitación y un ramo de rosas rojas y de fondo la canción de las bodas.
                Canción: tan, tan, tan….
                Rafael, cuando de repente ve el espectáculo y se da la vuelta y se encuentra con Luna que le dice.
Luna: Rafael, ahora podrías decirle la respuesta a la chica hombre.
Rafael: Luna, por dios no me fastidies.
Franchesca Gustavo: Rafael, corazón ¿te quieres casar conmigo?
Rafael: ¿Cómo? Me parece que me he perdido algo de mi novela.
                Rafael ya no sabe qué hacer, está tan confuso que casi le da un bajón de tensión.
                Así fue, como al final les seguía la corriente porque no tenía ganas de picarse, ya que sólo le faltaban dos semanas para marchar de allí.
                Y ya se los llevo a dar una vuelta y como se les hizo tarde, se fueron a dormir y hasta mañana.
                A la mañana siguiente, Gustavo se levantó y ya se fue al baño a arreglarse, al acabar no se le ocurre otra cosa que poner: “¿Cómo está mi tigretito esta mañana? Espero que haya dormido bien Argg…
                Rafael, al ir para el baño y lee lo del espejo, casi le da un ataque, cuando termina del baño y va a la habitación se encuentra a Gustavo con una capa roja, una cestita y unas trenzas amarillas.
Rafael: Hay madre, lo que me faltaba
Franchesca Gustavo: ¡Hola guapo! Soy caperucita roja, eres mi lobo feroz Argg..
Rafael : Y yo peter pan, no te fastidia.
Luna: No fastidies, en serio
Gustavo: Puedes volar cariño
Rafael: No, mi amor.
Gustavo: Pues qué asco, a mi me gustan de los que vuelan y tiene taparrabos verde.
Rafael: Pero a mí me quieres.
Gustavo Franchesca: Claro corazón, te adoro.
                Y ya se fueron a dar una vuelta y luego al hacerse tarde se fueron para casa a dormir y hasta mañana.
                A la mañana siguiente, Gustavo se puso su peluca naranja, sus pantalones y camiseta de ese mismo color, y se puso a bailar y cantar la chica ye – ye a las 8 de la mañana, moviendo las trenzas de lado a lado.
                Así fue como Gustavo le deleito con su gran baile, taconeando con sus zapatos cubanos naranjas.
Rafael: Por dios, como siga así al final sí que se va a parecer a la Pantoja.
Franchesca Gustavo: Hay que pena me da que se me ha muerto el canario
Rafael: Pero tan mal me he portado en esta vida, para tener que aguantar esto.
Luna: Pero hombre míralo por el lado positivo, ahora tienes Alaska para ti solo.
Rafael: Madre mía, algún día se terminará esto.
Luna: Sí, el día que decidas volver a España
                Y como Rafael estaba reventado de todo el día, además ya era tarde decidió que se pusieran a dormir y hasta mañana.
                A la mañana siguiente, Gustavo se levantó y ya fue a arreglarse al baño y cuando terminó puso en el espejo: ¡Hola bombón! Acuérdate que hoy toca bailar merengue por la noche en el pub “la diva”, a las 22:00 te espero en la puerta corazón.
                Rafael cuando llega al baño y se encuentra eso en el espejo directamente exclama.
Rafael: Madre mía, ahora le ha dado por bailar merengue.
                Cuando sale del baño se encuentra a Gustavo ensayando moviendo el culo de lado a lado con un collar de flores, un vestido palabra de honor verde y unos tacones cubanos verdes con peluca verde, labios rojos y una cinta del pelo de colores con un bolso de corazoncitos.
                A su vez, Luna va de forma parecida, tanto que cuando los vio Rafael esté exclamo.
Rafael: Parece que voy con Pili y mili.
Franchesca: Cariño, no te pases que te cantó la canción de Rafael.
Luna: ¿Qué canción?
Franchesca Gustavo: No te la sabes, es muy buena, empieza Rafael, Rafael, que bonita serenata, Rafael, Rafael se me están yendo las ganas.
Luna: Que canción tan bonita, ya sé lo que voy a cantar a Rafael cuando se meta conmigo.
Rafael: Para que habré hablado, ya era lo que me faltaba.
                Como era tarde y mañana iba a ser día largo, porque les iba a llevar al teleférico para que vieran París desde arriba, se fueron a dormir y hasta el día siguiente.
                A la mañana siguiente, Gustavo lee en el periódico una noticia de que hay una pasarela igual que la de Cibeles donde puede participar gente, y que sólo son de hombres con taparrabos.
                Así que todo ilusionado, Gustavo le da por inscribir a Rafael y ponía en el periódico que duraba 11 días.
                Entonces cuando llego el papel de que había que confirmar asistencia, Gustavo camelo a Rafael y esté lo firmó.
                Todas las tardes iban Gustavo disfrazado de mujer con Luna a verlo desfilar.
Franchesca: Mira que estilo tiene mi Rafael, sí señor.
Luna: La verdad que sí, menudo estilo sí señor, ese es nuestro Rafael olé que cuerpo tiene.
                Así fue, como Rafael muerto de vergüenza desfilaba por la pasarela suspirando para sus adentros.
Rafael: Cuando llegue a España juró que vuelvo a mi casa, le pido perdón a mi ex – mujer y le digo que nunca hubo otra que no fuera ella.
                Cuando terminó el desfile, hubo una gala  donde se pusieron de comer hasta arriba.
                Vino la tuna a cantar y cantaron la canción de Clavelitos, cuya canción fue Franchesca a sacar a bailar a Rafael y a su vez le siguieron todas las parejas.
                Bailaron hasta la madrugada, que cómo estaban cansados se fueron al apartamento a dormir y ya hasta el día siguiente.
                Por la noche Gustavo ya ideaba otro plan para la mañana siguiente, ya que en esa cabecita siempre había algo para hacerle.
                 A la mañana siguiente, Gustavo se levantó y se le ocurrió decirle a Luna que había una canción que Rafael odiaba mucho, pero que la cantaba alguna vez, cómo ya era tarde decidieron despertarlo con la canción de la cucaracha que fumaba marihuana.
                Entonces se vistieron de faralaes los dos, con su peineta en la cabeza y una flor roja, se pusieron a taconear y a cantar la canción de la cucaracha.
Enanos: La cucaracha, la cucaracha ya no puede caminar, porque tiene ganas de fumar
                Al final, se van al centro de París en coche y para animar a Rafael los pequeños empiezan a cantar 2 canciones.
                1ª Y cuanto más acelero, más calentito me pongo..
                2º Para ser conductor de primera acelera, acelera…
                Cuando llegan al centro se van a un restaurante a comer y ahí ya la rematadera final.
                Al llegar al restaurante chino, piden mesa para tres y como es un restaurante de plato único, le dan espaguetis y para comérselos se los comen con palillos, entonces como no saben comer con palillos, en una de esas cogen los espaguetis y se les escapan y se los ponen de sombrero al camarero.
Camarero: Oiga que yo ya tengo traje de carnaval para el año que viene, no me hace falta que me pongan peluca de espagueti.
Rafael: Dios santo, pero porque siempre que los llevo a un sitio se monta.
Luna: Rafael, así es más divertido no te das cuenta…
Camarero: Oiga dígale a su novia que tenga cuidado con los palillos que son chinos.
Franchesca Gustavo: Pero este no es un restaurante de París.
Camarero: Claro.
Franchesca Gustavo: Como ha dicho que los palillos eran chinos, no son Parisinos.
Camarero: Dios que paciencia hay que tener con esta chica.
Rafael: Me lo dice o me lo cuenta.
Luna: Rafael tenga cuidado porque me sé la canción.
Franchesca Gustavo: Eso cariño, compórtate a ver qué va a pensar el señor de nosotros.
Rafael: Mejor no digo nada.
                Al final, cenaron y ya como se les hizo tarde, se fueron al apartamento a dormir y ya hasta el día siguiente.
                A la mañana siguiente, Gustavo  se va a arreglar y cuando sale del cuarto de baño, antes pone en el espejo. ¡Buenos días, amorcito! Esta tarde nos vamos a montar a caballo, como Marisol.
                Entonces, cuando lo oye Luna empieza si como la canción.
Luna y Franchesca: Corre, corre, caballito trota por la carretera
                Así fue como lo llevo a montar a caballo y cuando sin darse cuenta le dio al trote, salió  despedido  hasta la piscina de los vecinos que menos mal que estaba llena de agua.
Luna: Mira Gustavo, Rafael está volando y ha aterrizado en la piscina del vecino como los grandes nadadores – voladores e iba sin alas oye que nivel.
                Al final, sale Rafael mojado hasta los huesos y el caballo viene después y le guiña el ojo.
                Los pequeños se parten de risa, al final Rafael se cambia y ya hasta el día siguiente, que ya le tienen preparado otra mejor.
                A la mañana siguiente, Gustavo se levantó, se fue a arreglar al baño y antes de salir puso en el espejo. ¡hola Guapo! Ya queda menos para irnos a España amor mío.
                Rafael cuando llega al baño y lo lee directamente suspira.
Rafael: Menos mal, que solo me queda mañana, porque si no me muero.
                Por la tarde a Gustavo le dio por ir a patinar sobre hielo y se llevo a Rafael y a Luna.
                Al llegar les pusieron los patines y ya se fueron a la pista de hielo y ya fue la rematadera.
                Cuando pasaron a la pista, no se le ocurrió otra cosa a Gustavo que como sabía que Rafael no sabía patinar, lo agarro de la cintura y lo empujó al medio de la pista, Luna que iba detrás empujo a Gustavo y cayeron los tres de culo en el hielo.
Rafael: Jolín, me escuece el culo.
Gustavo Franchesca: Y a mí pichón
Luna: ay! Que dolor de culo o trasero.
Rafael: Madre mía, se me ha rajado el pantalón por la parte trasera.
Franchesca: Tienes razón, tienes el trasero rojo.
                Al final como se les hizo tarde, se arreglaron y se fueron al apartamento a dormir y hasta mañana.
                 A la mañana siguiente, como ya era el último día, se prepararon las maletas y se fueron al avión de vuelta a Zaragoza.
                Al llegar, casi pensó que había perdido las llaves, entonces los pequeños le cantaron.
Peques: Dónde están las llaves, mata rilé, rilé, rilé, dónde están las llaves.
                Al final las encontró y al llegar a casa, habló con su ex – mujer y aclararon las cosas y acabaron juntos.
                Entonces cuando Gustavo se entero fue a su casa y le dijo.
Gustavo: ¡Rafael! Prefieres a esa simple antes que a mí, te pido el divorcio.
                Al final lo firmó se lo dio y Rafael se quedó con Raquel para siempre.
 



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